lunes, 31 de octubre de 2022

Pinos y serbal del Pozo de Nieve

 

 

Una de las rutas de senderismo más interesantes que podemos hacer desde Casillas es la del Pozo de Nieve. Podemos iniciarla en la gran explanada de las Eras del Prado, junto a la ermita de San Isidro. 

  

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El primer tramo hacia el puerto de Casillas discurre entre el maravilloso castañar que se conserva y explota en este pueblo, con numerosos ejemplares centenarios que sobrepasan los 4 metros de perímetro de tronco, algunos de los cuales ya conocemos por una de las antiguas entradas de este blog. Otros los iremos viendo ahora.




Después de más de 4 Km. de subida llegaremos al puerto de Casillas, desde donde se nos abre el impresionante panorama boscoso de la Reserva Natural del Valle de Iruelas, que reclama una visita aparte, aunque solo sea para pasar el tiempo contemplando los numerosos buitres que lo sobrevuelan. Y con un poco de suerte, algún águila imperial, especie en peligro de extinción que también anida en este valle.



A continuación, para llegar al Pozo de Nieve, podemos tomar dos caminos. Lo más recomendable es hacer el camino de ida por la senda superior que pasa por el alto del Mirlo, y la vuelta por inferior, que atraviesa un bosquete en el que podremos ver varios ejemplares de pino laricio, no tan impresionantes como el gigante "Aprisquillo" de La Adrada, pero bastante buenos.

 


 
En la Reserva de Iruelas, entre bosques dominantes de pino resinero, aún se conservan numerosos pinos laricios y pinos silvestres centenarios, inconfundibles por su porte, y en cuyas ramas no es extraño encontrar algún nido de las rapaces a que antes nos hemos referido

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Sobrepasado el bosquete, caminaremos por la senda, abierta a la vista, hasta alcanzar la pradera donde se conserva (restaurado) el antiguo Pozo de Nieve. 





Esforzado oficio el de los trabajadores de los pozos de nieve, que existieron en las sierras españolas hasta bien entrado el siglo XX, para proveer de hielo a nuestros pueblos y ciudades.

 


En la pradera, desde lejos, la voluminosa silueta de lo que parece un arbusto nos invita a acercarnos.

 

 

De cerca asombra aún más el aspecto que tiene este serbal de los cazadores, en alta montaña, que ha crecido hasta tener un tronco añoso de más de 1,5 metros de perímetro.

 



El serbal de los cazadores es un árbol de mediano tamaño, que suele prosperar incluso en alta montaña, como acabamos de comprobar. Sus hojas son compuestas, con foliolos opuestos y dentados, salvo el de la punta. Sus frutos, pequeñas bayas en racimos, de color rojo cuando maduran, se pueden usar en la cocina para acompañar guisos y hacer mermeladas.

 


 

El camino de regreso hasta el collado del puerto de Casillas lo haremos fácilmente por la cuerda de esta parte inicial de la sierra de Gredos, pasando por el Alto del Mirlo y disfrutando de vistas a las dos vertientes. Llegados al collado, nos cabría la posibilidad de continuar por la cuerda hasta alcanzar el pico de La Pizarra, después el Canto del Berrueco y (por qué no) también la cota más alta del Cerro Escusa, a 1.960 m. El recorrido suplementario de ida y vuelta no sobrepasa los 12 Km. Pero si lo hiciésemos superaríamos los 30 Km. al final de la jornada, así que mejor dejamos esa excursión, ya sin árboles, para otro día.